BIOGRAFIAS GRUPO ALAS

17 AÑOS DE GESTIÓN CULTURAL EN FEMENINO www.alasescritorasyarte.blogspot.com web ALAS www.alasescritorasyarte.com

viernes, 10 de enero de 2014

NI UN PASO ATRÁS

Ni un paso atrás
Rosa Gómez Torralbo
Federación Feminista Gloria Arenas1
Conocer la historia no nos libra de los peligros de retrocesos y pérdidas de derechos, pero
nos pone sobre aviso. Y en esas estamos ¿Qué está pasando? ¿Cómo hemos llegado hasta
aquí?
Lo mejor que nos puede ocurrir en estos tiempos, es que broten las preguntas cuando nos
vemos rodeadas de una realidad que parece querer desentenderse de lo que veníamos
logrando. Porque uno de los efectos más devastadores de la ofensiva patriarcal que
estamos viviendo, es que el temor se enrosque en nuestros cuerpos, hasta llegar a
paralizar la capacidad de pensar, de analizar, de descifrar y desactivar los códigos de
dominación.
Hasta ahora, los cambios legislativos que se han sucedido en nuestro país, han representado, en general, un avance para la igualdad de género, se han hecho atendiendo al principio constitucional de igualdad efectiva. Las leyes de igualdad 2, han representado un nuevo paradigma legislativo, que ha invocado la responsabilidad de los Gobiernos y particulares con la igualdad, sin recurrir apenas a los mecanismos de garantías tradicionales. Sin embargo, estamos viendo que el marco legal no es suficiente para generar el cambio cultural necesario. Además, en estos momentos estamos asistiendo a la utilización de la ley, de la democracia, para revertir los derechos conseguidos, como pretende hacer el Gobierno popular con la derogación de la Ley Orgánica 2/2010 de Salud Sexual y  reproductiva.
Mientras las leyes nos abren posibilidades, las mentalidades se alimentan con los viejos
estereotipos, reeditados en nuevos formatos, y siguen manteniendo los techos de cristal y
los suelos pegajosos. La opinión publicada se ocupa de informar (por ejemplo, en un
estudio difundido en estos días en Alemania3) que la población se muestra más tolerante

1 La Federación Feminista Gloria Arenas, está formada por: Asociación de mujeres “Puntos Subversivos”, Asociación para la defensa de la Imagen Pública de la Mujer, Plataforma contra los malos tratos a mujeres “Violencia Cero”, Asociación de Estudios Históricos sobre la Mujer, Asociación de Mujeres “Nerea”, Asociación de Mujeres “Amatista”, Asociación colectivo: Mujeres Malaka, Asociación de Igualdad de Género Universitaria (AIGU), Asociación de Psicólogas para la Salud Integral de la Mujer (APSIM), Asociación “Mujer Emancipada”, Asociación de Mujeres por la literatura y las Artes “Alas”, Asociación Mujer con Discapacidad Luna Málaga, Asociación de Mujeres “La Mitad del Cielo”, Colectivo Feminista Carmen Olmedo.

2 Tanto la Ley Orgánica 3/2007 , para la igualdad efectiva de hombres y mujeres, como la autonómica
12/2007 , para la promoción de la igualdad de género en Andalucía con la tradicional asignación de roles y con la de división sexual del trabajo, que hace diez años.

¿Cómo entender lo que estamos sintiendo desde la teoría feminista? Conceptualizar es politizar, destaca Celia Amorós, y efectivamente, cuando hemos conseguido el derecho a ejercer la autonomía y la libertad, cuando tenemos por delante el reto de crear nuevas formas de relación personal y social, nos encontramos con la creación de significados desde los poderes hegemónicos conservadores, como, por ejemplo, la idea de que una mujer libre, es una-mujer-que-puede-elegir, pero entre las opciones previamente asociadas con la identidad femenina.
No es la primera vez, la historia se repite. Independientemente de la formación adquirida, de que podamos estar ante el mejor expediente académico de su escuela, una mujer puede “elegir” entre dedicarse a crear una familia, a conciliar familia y empleo, o a una dedicación profesional intensa. ¿Es ese el sentido de la libertad por el que han luchado tantas mujeres que nos han precedido? ¿es ese el significado del derecho de ciudadanía?
Queremos ser ciudadanas de primera. Queremos elegir cómo organizarnos la vida, no qué parte de vida vivir.
Todo ello, en un contexto de extrema sexualización del cuerpo femenino, que se convierte de nuevo en el campo de batalla del poder patriarcal. Los cuerpos que se ofrecen hoy a la mirada del otro, los patrones estéticos de feminidad, recuerdan demasiado a aquellas muñecas lanzadas al mercado por un empresa norteamericana en los años sesenta del siglo pasado, aquel “inofensivo juguete” , a pesar de que el origen de Barbie fuera un juguete sexual que se vendía en Alemania, a adultos.
Entre la cirugía estética y el photoshop se crea un mundo al otro lado del espejo, en el que  irremediablemente, siempre se llega tarde, siempre falta algo. Es sólo un aspecto de las caras de la discriminación, pero contribuye sobradamente a la creación de la “especificidad” de lo femenino, al mantenimiento del binomio público-privado, de la apariencia de vulnerabilidad femenina, como para retroalimentar el sistema patriarcal.
Por eso es tan importante conceptualizar los propios espacios de libertad que hemos ido consiguiendo y no renunciar ni un ápice a lo conseguido, pero también mantenernos en
nuestras vindicaciones actuales.
La constitución acaba de cumplir 35 años. Si miramos las generaciones que compartimos
este tiempo histórico, desde la perspectiva del cambio de régimen, vemos que el 27% de
la población andaluza actual, vivimos la transición (teníamos 16 años o más en 1975), el
55% mujeres y, la mayoría, con tiempo disponible, jubiladas del empleo. Una generación
que llega a la jubilación y a la edad avanzada, en las mejores condiciones físicas e
intelectuales de la historia, que le toca recrear la figura de la mujer mayor. Mujeres que
hemos aprendido que con esfuerzo individual y acciones colectivas, se puede trasformar
la realidad y que no estamos dispuestas a que esa conquista haya servido sólo para la
propia generación.

El 73% de la población andaluza, ha vivido toda su vida adulta en democracia, y las
menores de 35 años son, directamente, hijas de la Constitución. Su percepción de la
igualdad varía, desde quienes han volado en las cometas lanzadas por las políticas de
igualdad, y una vez alcanzada la velocidad de crucero, han cortado la cuerda, olvidando
que sin el punto de anclaje la cometa se pierde a merced del viento, o quienes han sido
presas del “espejismo” de la igualdad, hasta que el empleo o la maternidad les mostró la
cara oculta de la desigualdad, a quienes están reinventando formas de activismo feminista
o quienes están construyendo día a día su libertad con la confianza puesta en los derechos
conquistados y el apoyo de sus círculos más cercanos.
Las prácticas feministas de los años 70 nutrieron las políticas institucionales de igualdad, que han permitido avances importantes, pero en estos momentos, es imprescindible construir nuevas formas de acción social, que retroalimente el sistema y enfoque nuevos horizontes comunes. Las diferentes realidades vividas, implican diferentes lenguajes, pero eso no es nuevo tampoco, el Feminismo siempre ha integrado diferentes corrientes y prácticas, pero siempre desde la conciencia de que los cambios necesarios para que la igualdad sea real, son imposibles de alcanzar individual o localmente.
La confluencia tiene que venir desde abajo, desde el paulatino anudamiento de grupos y organizaciones que formamos parte del sujeto político de la vindicación feminista, cuyo  nodo central sea el compromiso por esa construcción de nuevas formas de acción social.
No voy a entrar en el debate de sus contornos, probablemente cuanto más entendamos el funcionamiento del patriarcado, más claros se nos presentarán.
Un grupo de colectivos y asociaciones, la mayoría con sede en la provincia de Málaga, iniciamos un proceso de articulación del movimiento feminista hace seis años. Un proceso de encuentro, de diálogo y de activismo. Ha merecido la pena, los resultados van fluyendo, entre redes de confianza, complicidad y amistad. Hemos elaborado una agenda sociopolítica, que incluye, por ejemplo, una definición consensuada del feminismo:
Teoría y práctica de transformación social que aspira a la igualdad y equidad entre
todas las personas con independencia de su sexo.
Hemos generado una dinámica de trabajo que ha permitido organizar y participar en múltiples movilizaciones, como las conmemoraciones del 8 de marzo o del 25 de noviembre, así como respuestas ante ataques e incumplimientos del gobierno a la legalidad existente, como a la vigente Ley de Salud Sexual y Reproductiva, o a las Políticas de Igualdad. Una de estas acciones, a la que nombramos “Marea Violeta”, nació consiguiendo movilizaciones simultáneas, en más de 40 ciudades de todo el Estado, el 10 de febrero de 2012, en protesta por los recortes en Políticas de Igualdad.
Es un proceso en el que participamos diversas organizaciones feministas. La propia creación de la Federación Feminista “Gloria Arenas” en julio de 2011, es uno de sus frutos. No obstante, las redes hay que revisarlas y repararlas constantemente, somos muchas organizaciones y muchos estilos y formas diferentes de expresión y de simbolización. El establecimiento de pactos de mínimos resulta imprescindible, tanto en cuanto a objetivos a definir y conseguir, como en metodología de trabajo. Queda mucho por hacer, por recrear, por resignificar, por confluir, pero lo que está claro, es que todas somos necesarias, para no permitir ni un paso atrás, para seguir siendo dueñas de nuestras
vidas.
roana@activanet.es

No hay comentarios: